Hoy tenía que hacer tiempo, y como estaba cerca, entré en al jardín botánico «Carlos Thais». Enorme y grata sorpresa me encontré, ya que hacía más de 20 años que no entraba. El jardín botánico es un oasis en medio de la ciudad.
Estuve viendo plantas y paisajes sorprendentes; edificios y esculturas que se incorporan al paisaje de forma muy armónica, y el resultado de la mezcla que posee este lugar me ha dejado realmente sorprendido. Además de la variedad de plantas me sorprendieron los enormes árboles centenarios en muchos casos, y me puse a pensar… «¿Qué habrán pensado los constructores originales de este espacio? ; ¿alguna vez habrán imaginado estos enormes árboles o estos espacios protegidos para recorrer y disfrutar? «. En mi opinión lo que he visto acá es uno de los jardines más bellos que he recorrido, y lo que más me gusta, es su aspecto entre cuidado, natural y salvaje; esa sensación similar a estar dentro de una jungla.
Vi este cantero bellísimo hecho con especies nativas de esas que habitualmente consideramos yuyos.
También vi especies que ahora quiero probar en mis jardines verticales
Esta calathea en particular la he visto en misiones, de donde presumo que es autóctona y estoy esperando encontrarla en algún vivero para empezar a reproducirla.
También, vi estos helechos que los he visto en Misiones en estado natural
y este maravilloso Philodendron mostera
Muchos, entre los que me incluyo, no solemos prestar atención a estas cosas. Pasamos frente a este sitio cientos de veces y jamás nos tomamos el tiempo para parar. La observación es la clave de la inspiración y aprender a ver la naturaleza nos inspira.
Espero que quienes pasen por la puerta tomen la iniciativa de entrar a este lugar maravilloso, abran su mente, apaguen el estrés y disfruten los sonidos y perfumes. VEAN, no solo miren este lugar. ¡Estoy seguro de que les resultará tan atrapante como a mi!
¡La primavera nos sonríe y se deja ver en todo su esplendor!
Julian Jose Poggio